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Cinco propiedades de la leche materna que la hacen mágica

Cinco propiedades de la leche materna que la hacen mágica

Por: Ana M. Hanssen

 

Yo siempre he creído en la magia pero creo que mi devoción por ella se hizo palpable cuando aprendí sobre las propiedades de la leche materna. Confieso que antes de ser mamá ni pensaba en la lactancia, imaginaba que la leche era un líquido estático que se produce para que el bebé se nutra, pero en mi profunda ignorancia pre-maternidad, jamás me imaginé que fuera un líquido tan absolutamente perfecto.

Poco a poco fui comprobando por mi propia experiencia, que en realidad, como digo yo, el pecho lo cura todo. El hambre, la sed, la necesidad de cercanía, la irritabilidad, las enfermedades, el cansancio, el dolor. TODO.

Aunque se cree que la magia no tiene nada que ver con la ciencia, en este caso, ésta última también ha corroborado los súper poderes de la leche materna. Entre ellos:

  • La leche materna cambia de acuerdo al sexo del bebé. Estudios han demostrado que la composición de la leche materna cambia cuando se trata de alimentar a niñas y niños. Por ejemplo, la leche para una niña, es más baja en grasa que la que se produce para niños. Sin embargo, no siempre es el caso. Un estudio realizado en el año 2002 y publicado en la revista Nature, encontró que las mamás de bajo nivel económico en Kenya producían leche más grasosa y con más proteínas para sus niñas.
  • La composición de la leche materna cambia a medida que el bebé crece. Tú misma lo puedes corroborar al pasar del calostro y las gotas de la primera leche a la leche que contiene más grasas. Un estudio publicado en la revista Pediatrics encontró que la grasa de la leche materna de mamás que han amamantado por más de un año es mucho más que la de aquellas mamás que apenas empiezan a amamantar a sus recién nacidos.
  • La leche materna se adapta cuando el bebé está enfermo para proporcionar anticuerpos más fuertes. Varios estudios al respecto demuestran que cuando a un bebé le da gripe, por ejemplo, el número de leucocitos en la leche materna, aumenta. Pero lo más increíble de esto, es que la información sobre la enfermedad, la pasa el bebé a mamá por medio de su saliva, a través del pezón. Este contacto de la saliva con el pezón envía señales al cuerpo de mamá de que el bebé necesita más anticuerpos.
  • La leche materna ayuda a reducir la posibilidad de desarrollar ciertas condiciones y enfermedades como el asma, alergias e incluso cáncer. ¿La razón? Los ácidos grasos simples que se encuentran en la leche materna recubren el colon de los bebés y promueven una respuesta más fuerte del sistema inmunológico.
  • La leche materna que se produce durante la noche, ayuda a que el bebé se duerma más rápido. ¡Qué maravilla! Es por eso que durante las tomas nocturnas el bebé se duerme casi de inmediato, pues la leche materna contiene niveles  más altos de nucleótidos (cierto tipo de moléculas) que promueven el sueño.
Cuando tengas un momento difícil o de dudas respecto a tu camino por la lactancia materna, es bueno recordar de qué se trata la magia de producir leche y nutrir a tu bebé a todo nivel. ¡Es maravilloso!

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